Mi prima había llevado a su nuevo novio a la reunión familiar anual navideña de los Beltrán.

Mi mamá dice que en su familia cuando alguien lleva al novio es porque va en serio. Pero como siempre, la vida está hecha de contradicciones: Mientras la familia de mi mamá esconde sus problemas, la familia de mi papá los ventila en las reuniones familiares a gritos y carcajadas; Mientras la familia de mi mamá tiene un gran respeto por la familia como institución, la familia de mi papá se zurra en todo, tanto que le conozco a uno de mis primos -que ya se casó hace varios años- al menos 3 novias "en serio" o "firmes" que ha llevado a sendas reuniones familiares.

Así que el hecho que mi prima lleve a su novio no significa nada. Pero mi mamá insistió en el tema, creo, para joder a mi tía, una que se alucina heredera de sangre azul o algo por el estilo, porque hace varios años atrás, cuando yo estaba chibola y creían que no escuchaba lo que hablaban -que de seguro estaba mas pendiente de comer torta o caramelitos, o que se yo- mi tía admitía públicamente su racismo diciendo -y me da verguenza ajena decirlo- que ella se cruzaba la calle cuando veía a un negro del otro sentido.

Bueno, tanto caló ese comentario racista, al que le siguieron muchos otros sobre CUALQUIER OTRA RAZA, entiéndase, chinos, serranos, selváticos, japoneses, hindúes que su primera hija, la mayor, mi prima, terminó casándose con un CHINO. Sí, un C-H-I-N-O.

Mis tías ardían en rabia, pero tuvieron que aceptarlo igual. Mi tía, la racista, se quedó callada y se puso verde cuando en el matrimonio se dió cuenta que si bien los Beltrán somos numerosos -mi papá tiene 9 hermanos y cada uno de ellos tiene al menos, tres hijos, y estos a su vez, tres más- los de la otra familia son una representación clarísima de porque China es el país mas poblado del mundo.

Esa fue una. Luego vino mi primo, su hijo segundo, que se casó con una chica mestiza, que por supuesto ellos tampoco aprobaron. No escribiré los comentarios que escuché sobre esa chica que es buenísima gente y además recontra inteligente, porque la verdad es que me da mucha vergüenza, pero digamos que no eran los mas lindos.

Fueron dos. Luego vino mi otra prima, la tercera hija. Que no se ha casado todavía, pero que nos dio mucha alegría ver en la última reunión familiar de la mano de un chico moreno que también, como los anteriores, tiene buenas cualidades, es buena persona, pero claro... es NEGRO.

Mi tía no ardió en rabia. Ni tampoco hizo un comentario racista. Es más, no tocó el tema para nada. Mi mamá buscó la oportunidad de restregárselo en la cara, porque sabe que de todas maneras le jode. Y de hecho, LE JODE. Por eso se alejó de la mesa principal y se escondió literalmente, en la sala donde no había nadie, todo para que no le preguntaran nada, o porque no sabía bien como reírse de su tremendísima estupidez.