Ya llegó el 2010 y mi horóscopo me dijo que va a ser un buen año. Pero, siguiendo con el pesimismo que me caracterizó en el 2009, ¿porque debería de creerle? Porque es mejor pensar que el vaso está medio lleno que medio vacío, ¿no?

Pero bueno, nuevo año, nuevo todo, ¿no era ese es eslogan que se me quedó dando vueltas en la cabeza durante toda la noche del 31? Yo trataba de poner buena cara, pero creo que no hice un buen trabajo. De todas formas, solo conocía a tres de las personas que estaban en esa fiesta, y hace dos días atrás me habían hecho la última perrada del año. Ese último baldazo de agua fría me chocó y marcó el inicio del año, para bien, espero.

Hace como un par de semanas atrás no tenía planes aún. Quedé con una amiga que no tenía nada tampoco en buscar algun plan entre las dos con más gente. Yo salí con algunas opciones y ella con otras, pero todavía no nos decidíamos. Faltaba ya una semana y ella me aseguró que con sus amigos de la facultad íbamos a ir a un fiesta acá en Lima y que no me preocupara por eso, que ella me iba a avisar a que fiesta y en fin. Dos días antes del 31 la ubiqué en el msn pensando que ya me iba a decir en que había quedado con su grupo. Resulta que no sabía nada de ellos y había decidido irse a Piura a la casa de una tía suya. Obviamente yo no estaba invitada.

Entonces algo me dió en la cara. ¿Que carajo pasa con la gente? Pero no toda la gente es así de mierda... entonces, ¿que carajo para con mis amigos? Y por ende, ¿que carajo pasa conmigo que me junto con esta gente tan cagada?

Si no fuera porque mis primos habían alquilado una casa en la playa, y me habían pasado la voz para ir con ellos y algunos de sus amigos -cosa que no acepté al principio por quedar con esta fulana- entonces mi noche del 31 hubiera sido bastante triste.

Así que el 31, con una chela en la mano y cigarro en la otra, sentada entre un grupo de gente que no conocía bien, pensé en lo más obvio que uno piensa cuando faltan dos horas para que se acabe el año: Que cosas deben cambiar el 2010.

Con cosas en ese momento me refería de manera más precisa en "gente que ya no voy a frecuentar nunca más", no sólo porque me cancelan los planes que habíamos hecho juntos sin siquiera avisarme, sino porque en general su comportamiento es de verdaderas mierditas. No era la primera cosa que tenía que aguantar de R -la fulanita que debe haberla pasado muy mal en Piura, si es que existe el control mental- pero había sido la ÚLTIMA. No sólo con ella, sino con el mundo en general.

Me puse ha hacer una revisión -imagínense lo MONSE que estaba esa fiesta- de todas mis amistades y comencé a pensar que realmente sacaba yo de tener un trato normal con personas de las que incluso tenía la sospecha habían hablado mal de mi. ¿Porque seguir tratándolos como si no hubiese pasado nada? ¿Porque tenerles siquiera un poco de consideración?

No es que en el 2010 quiera aislarme del mundo, pero hay comportamientos que rebasan. Tampoco voy a ponerme a putear a todos, pero hay situaciones en las que uno simplemente debe pararse e irse. La gente conchuda, ¿para qué? La gente que te dice que van a irse juntas de una discoteca y luego se desparece con quien sea, ¿para qué? La gente que dice que va a pasar a recogerte a tu casa y luego dice que "se le olvidó", ¿para qué? Y si, esas cosas me han pasado, pero lo ridículo no es que te pasen, sino que después de eso sigas frecuentando a las mismas personas que te lo hicieron.

El 2010 voy a limpiarme de la gente que no me trae más que ansiedad, decepción, amargura y rabia. Uno dice aveces que la gente es así y tienes que aguantarlas porque si no te quedas sola y triste y todo el mundo te tilda de "difícil" o "antipática", pero ¿no deberías ser tú la única persona que decida cómo quiere que los demás la traten? ¿Porque adaptarse a los estándares torcidos de algunos seres extraños que te hacen la misma huevada una y otra y otra vez?

Y si es cierto eso de que año nuevo, todo nuevo, y esa frase tan popular que dice que uno debe cambiar para que todo alrededor tuyo cambie, pues, voy ha tomar la iniciativa y voy a botar poner todo lo que me pasó mal, todos los pasos malos que di, todas las amistades dudosas que tuve y las voy a quemar, para que ya no me sigan persiguiendo en el nuevo año.

¿Y cuales son mis deseos para el 2010? Ser feliz. Que sin drogas -de las medicadas y de las otras también- es un trabajo mas o menos difícil, así que no tengo ninguna otra meta, por ahora.

Soundtrack:

Muse en toda su gloria. Alguien debería traerlos a Lima.