#ElPerúQueQueremos

Pequeñas victorias

Publicado: 2010-02-06

Avanzamos a través de la gente. Eran las once y ya el lugar estaba repleto. Nos habían dicho que era el cumpleaños de alguien de la facultad y estaban todos los presuntos implicados, conocidos y no tan conocidos. Ahí, mientras saludaba a una extraña que recuerdo haber visto dos veces en toda mi vida y que seguro no recordará mi nombre ni el suyo luego de todos los shots que se mandó, ahí, en una esquina, lo vi.

X estaba ahí. Pero no estaba solo.

X había venido con una VEDETTE.

Sí. Con una VEDETTE.

Era rellena, chata, tetona y fea. Llevaba un vestidito corriente hecho de alguna tela de esas que se estiran, tacos altísimos y mostraba las tetas a todo el mundo. Ok, no una vedette tal cual, pero la chica podría fácilmente reemplazar a una de esas retacas de los grupos de cumbia que bailan en tanga en algún hueco de la Av. La Marina, si se lo propone.

Ahora, datos... Me llamó la atención verla porque destacaba por todas las razones equivocadas. Yo asumo que vino con él, porque no recuerdo jamás en mi vida haber visto a una mujer como ésa en la facultad. Además le hablaba a él y viceversa, osea no era "parte del grupo" y en algún momento los vi ir a bailar juntos. Jamás la he visto antes, ni en esta fiesta ni en otra.  Así que mi conclusión fue que X trajo a esa mujercita.

En todos los años que conozco a X nunca pensé que ése era su tipo de mujer. Siempre aluciné que tendría una novia normal, una chica de su barrio, no sé, que no era de ese tipo de hombre que se le ocurría andar con ESA cosa al lado, ni traerla a una reunión de la facultad. Pero aparentemente lo es. Es como ese refrán que dice "Dime con quién andas y te diré quién eres".

Pues X es un pacharaco.

¿En que momento pretendi que este hombre me pusiera un dedo encima? A veces pienso que X sigue siendo él, solo que ya lo veo sin los 500 filtros que le ponía encima y las explicaciones que me daba porque me gustaba; y que yo ya no soy esa mocosa de 19 años que le daba vueltas como una polilla a la luz. Algo cambio, ¿yo cambié? ¡Evolucioné! Antes podría haber hecho lo que sea conmigo, lo que él se propusiera hacer. De hecho lo hacía. Me mandó una patada en el estómago (imaginaria, claro está) y me desechó para estar con ¿eso? No sé, no entiendo bien a los hombres, y nunca voy a terminar de entender a X. Pero un día dejé de darle importancia y se cayó.

Y que tal caída.


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I'm a Bitch

alpinchista por vocación